La pedagogía tiene una gran responsabilidad en cualquier sociedad, la responsabilidad de enseñar a pensar y a adquirir las habilidades que permitan a sus ciudadanos vivir de manera más libre y democrática.
Me parece que toda sociedad necesita de un buen sistema educativo, mismo que permita no sólo preparar a las personas en las habilidades que el mercado laboral necesita, sino formarlos, precisamente, como personas.
Si reflexionamos un poco, los problemas más graves dentro de una sociedad no son causados por la falta de habilidades sino por la falta de valores. Los pedagogos tienen una gran responsabilidad en cuanto a la formación ética (tomando está palabra en su significado original de formación del carácter) e intelectual de los ciudadanos.
Si no existen las herramientas adecuadas para poder enfrentar con criterio las amenazas de la publicidad y de las ideologías, tendremos una sociedad presa del populismo y del consumo desmedido.
Entre mejores maestros tenga una sociedad, está crecerá intelectual y éticamente, adquiriendo las herramientas que les permitan elegir de una manera más consciente a sus ciudadanos. Esto provocará que el país “entero” crezca y pueda enfrentar los retos del presente y del futuro con mejores habilidades.
La enseñanza afecta a la sociedad, la hace crecer en independencia y madurez o coadyuva en el hundimiento de la misma. Cuando la enseñanza es de baja calidad, así es el criterio (la capacidad de juicio) de los ciudadanos de un país.
Niños sin clases, con mala calidad de enseñanza, sin materiales suficientes, serán presas fáciles de gobiernos que los utilicen y de una publicidad que los manipule para hacer con ellos lo que quieran.
Si los que tienen el deber de educar no se educan a ellos mismos, podemos decir que todavía el país no ha empezado a evolucionar hacia una mejor sociedad, y observar la calidad educativa de una país puede ser un parámetro para medir muchos otros aspectos del mismo.
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